Un Tío Blanco Hetero (UTBH): “El disfraz permite meterme en el personaje-enemigo de las políticas identitarias”

Texto: Amaia Santana.

El polémico -a su pesar- youtuber Un Tío Blanco Hetero (UTBH) aparece algo más tarde de la hora acordada, en un bar del barrio madrileño de La Latina donde nos hemos citado. Se disculpa y se presenta con un nombre de pila que ocultaremos (porque probablemente sea falso). Confiesa estar “muy cabreado” porque Youtube acaba de bloquearle el primer vídeo que colgó en su canal, titulado ‘La cultura del todo es acoso sexual y las consecuencias del #Metoo’. “Me han enviado un aviso diciendo que el vídeo incita al odio, pero no especifican hacia quién ni en qué parte se produce esa supuesta llamada al odio. Es lo que tiene dejar en un algoritmo esta decisión”, se queja. No será el primer vídeo que le bloqueen en los días siguientes a esta entrevista.

Acude de ‘paisano’, sin el característico disfraz de licra blanca y capucha negra con el que graba sus críticas a las políticas identitarias, el feminismo, la corrección política y, por supuesto, los medios de comunicación. “Las redes sociales os están comiendo la tostada”, señala perspicaz el joven madrileño, dedicado hoy en exclusiva a su fructífero canal. Con más de 200.000 seguidores en la citada plataforma, suscita tantos adeptos como adversarios. Entre otros temas de actualidad, hablamos del bien, del mal y de los tontos, “que son muchos”, asegura.

¿Por qué decidiste abrir el canal de Un Tío Blanco Hetero (UTBH)?

Tuve que convencerme a mí mismo durante un espacio de tiempo. Coincidió que había dejado el trabajo y estaba intentando ganarme la vida de freelance. Llevaba un tiempo dándole vueltas a lo de abrir un canal en Youtube, aunque no tenía muy claro de qué.

Así que me compré una cámara y un micrófono de mierda -ahora he mejorado técnicamente-, y me lancé… El otro día, por cierto, me bloquearon mi primer -puto- vídeo, el primero que subí, el de “La cultura de todo es acoso y las consecuencias del #MeToo”. Me lo eliminaron de Youtube, bajo el argumento de que infringía las normas de no incitación al odio. He montado en cólera, no tiene ningún sentido. Mi crítica al #MeToo está bastante más argumentada que la mayoría de críticas que hay por ahí. Incluso llegaba a decir que el movimiento estaba justificado si había servido para algo…

Pero no te habrá pillado por sorpresa… ¿No esperabas que este bloqueo era algo que en algún momento podría pasar? Siendo tan políticamente incorrecto…

Sí lo esperaba, pese a no tener esa percepción de ser tan políticamente incorrecto. A lo mejor, ahora mismo, la norma cultural establece que es incorrectísimo, pero a mí no me parece que sea polémico, ni que utilice una terminología ofensiva. Por ejemplo, intento obviar palabras como ‘feminazi’, marxismo cultural, etc., términos que considero no aportan nada al diálogo por su carácter peyorativo. Casi todo lo que digo está razonado, eso no quita para que en algún momento incluya alguna palabra malsonante o un poco irreverente. Al fin y al cabo, es un vídeo, salgo disfrazado… Pero jamás se me ocurriría “incitar al odio” contra un colectivo. ¡Eso no quiere decir que tenga razón en mis argumentaciones! Pero no me parece que defienda ninguna postura extremista.

¿Temes que se produzca un efecto dominó y bloqueen gran parte de tus vídeos?

Es lo que tiene dejar en un algoritmo esta decisión. Tengo conocidos a quienes también les ha pasado esto, y a base de realizar las reclamaciones pertinentes, imagino que me quitarán el strike (falta). Se supone que al tercer strike te eliminan la cuenta. Lo que más me ha jodido no es que me hayan bloqueado el vídeo, sino que no te especifiquen dónde has cometido tal infracción. Te dicen que el vídeo incita el odio, pero no te dicen hacia quién ni en qué parte del mismo se produce esa supuesta llamada al odio. Muchos me han dicho que al ser una empresa privada, no necesitan darme ningún tipo de explicación. Pero se supone que hay un contrato entre el consumidor (usuario) y la persona que te está dando ese servicio (Youtube).

En una entrevista televisiva te resistías a creer que muchos de tus seguidores fueran votantes de Vox. ¿Forman parte de esos fans extremistas que admites tener?

No necesariamente. Puede haber gente que vote a Vox y sea bastante coherente, y puede haber quien vote a Vox y sea extremista. No creo en las generalizaciones. Hay subnormales en todos lados. Sé que viene una ola de misoginia bastante fuerte y me parece una reacción natural a un determinado discurso muy marcado que hay ahora mismo en los medios de comunicación y que tiene una narrativa bastante irruptora.

Respecto a lo que pasó en esa entrevista, querían que dijese que casi todos mis seguidores eran de Vox, probablemente porque les interesaba. No creo que sea así.

Al final, como insistían en que te decantaras por un partido concreto, dijiste Ciudadanos, la ‘marca blanca’ -ejem-…

(Risas) Lo dije para salir del paso, no quería decir Vox porque era lo que ellos querían.

Vox es, si no el único, de los pocos partidos que tiene el espinoso asunto de las denuncias falsas en su agenda.

Lo de las denuncias falsas es una campaña muy fuerte que busca crear un ambiente social donde se presupone que una mujer nunca puede mentir. También es fruto de la ley de enjuiciamiento penal. Sin esa ley, las denuncias falsas no tendrían las consecuencias que tienen. Y la ley integral de violencia de género, todo lo que hay alrededor de la custodia compartida, que no se cumple. De alguna manera, parece que la ley está diseñada para que la gente denuncie a terceros con el fin de obtener réditos en su separación, o para conseguir una custodia compartida. Hay que ser muy naïve para ni siquiera concebir que la ley se pueda usar de forma mal intencionada, como está siendo el caso.

Pilar Llop, delegada del gobierno para la violencia de género, se refiere a las denuncias falsas como “mitos contrarrestados científicamente”. ¿Qué opinas?

Me gustaría que me dijese qué entiende por denuncia falsa. Existe una campaña muy fuerte que busca crear un ambiente social en el que se presupone que una mujer nunca puede mentir. Me parece muy bien esa cifra del “0,01%” de denuncias falsas, porque tiene cierta razón. Es el número de denuncias falsas que se han probado en los últimos 15 años en un juzgado; pero crea una realidad un poco tendenciosa. Que sólo se haya logrado probar como denuncia falsa un 0,01% no significa que sólo haya un 0,01% de denuncias falsas. Del mismo modo y en términos estrictamente jurídicos, es cierto que el 80% de los hombres denunciados por violencia de género y que no han sido condenados son inocentes ante la ley. La realidad es que ni el 80% de los hombres denunciados no condenados son inocentes ni sólo hay un 0,01% de denuncias falsas.

“Se avecina una ola de misoginia bastante fuerte, que me parece una reacción natural a un determinado discurso muy marcado en los medios de comunicación y que tiene una narrativa bastante irruptora”

 ¿Consideras que la presunción de inocencia está hoy en entredicho?

Creo que la presunción de inocencia y la independencia de los jueces todavía siguen allí, aunque sí que es verdad que cada vez más se está intentando atentar contra las mismas. También me parece relevante que te denuncien dentro de lo que se llama el “pack básico”, que consiste en que una mujer denuncia a su pareja por violencia psicológica, y simplemente con eso, la policía activa un protocolo -esto lo leí en un foro de policías- por el que la norma es, ante la duda, detener al denunciado. “No te la juegues”, decían en dicho foro.

Parece un protocolo bastante razonable.

Sí, es bastante razonable. Pero imagínate que eres inocente y te meten en el calabozo durante 72 horas. Jesús Muñoz, de malostratosfalsos.com, contaba que estaba en un proceso de separación de su mujer y él quería la custodia compartida de su hijo. En ese momento, le cayeron siete denuncias por violencia de género. Si pides la custodia compartida y te denuncian por violencia de género, ese proceso se para absolutamente. A lo mejor estás sin ver a tus hijos durante todo el proceso judicial. Y para que un juez te de la custodia compartida, el hecho de tener una denuncia por violencia de género no ayuda, precisamente. A Muñoz no le condenaron finalmente, pero tampoco han perseguido a la mujer por esa denuncia falsa. Por otro lado, todos esos juicios paralelos por Twitter y redes sociales me tocan muchísimo los cojones. De hecho, nunca creí que fuera a hacer un vídeo sobre el caso de Dalas (Review).

¿Por qué?

(Dalas) Es un tío al que tenía cierta antipatía, debido a prejuicios míos, por el modo de expresarse que tiene, rechina mucho. Pero tras leer la sentencia y los titulares de los periódicos, he flipado. ¿Qué mierda de titulares? “Dalas absuelto por falta de pruebas”. La tendencia de los medios de comunicación general, y de las redes sociales, era la de: “No es inocente, lo que pasa es que no hay pruebas suficientes”. Si lees la sentencia -de tan solo veinte páginas-, asegura que “queda probado” que, después de que Dalas dejara a su anterior pareja, ésta creó un grupo de whatsapp con el objetivo de atacarle; donde en un momento dado todas dicen ponerse de acuerdo para mentir a la policía. Y luego lees esos titulares tendenciosos, que le ponen como si fuera un pedófilo abusador sexual… Mira que me cae mal Dalas, pero es necesario un vídeo sobre ello. Me da la sensación de que ningún periodista se ha leído la sentencia.

Somos periodistas. No tenemos tiempo.

¡Que son veinte páginas! Las redes sociales os están comiendo la tostada. Hay hilos en Twitter mejor informados y más documentados que todos los periódicos o todos los periodistas que han escrito sobre el caso.

“Creo que la presunción de inocencia y la independencia de los jueces aún se mantienen, aunque se intenta atentar contra ellas cada vez más”.

 ¿Crees que el caso de La Manada ha recibido un tratamiento similar?

(Duda) No es lo mismo… A mí lo que me jode es que hace unos meses se referían a los jueces de este caso como “los jueces de La Manada”. Leo este titular: “Los jueces de La Manada excarcelan a un hombre después de haber intentado ahogar a su novia…”. Hacían un titular tendencioso apelando a esos jueces como los de La Manada. Si analizas la sentencia, no había una forma distinta de interpretar la ley. Decía que el hombre estaba siendo tratado psicológicamente, que había intentado ahogar a su mujer, después paró voluntariamente y se marchó. Hay quienes dicen que eso es tentativa de homicidio, pero no lo es. Tentativa de homicidio es que haces todo lo que está en tu mano para acabar con la vida de una persona, pero las razones por las que no lo consigues son ajenas al propio victimario. Por ejemplo, la víctima consigue escapar, aparece la policía, etc. No es que lo que hiciera no fuera un delito -lo es-, pero no es tentativa de homicidio. Son cosas muy básicas que ahora mismo se cuestionan de una manera muy populista y muy chorra. Me parece muy cínico. No es así y lo saben. Sé coherente, cabrón, y léete las cosas.

Tampoco culparía a los medios de comunicación de todos los males del mundo, que es un poco lo que se está haciendo ahora con el hombre hetero blanco, precisamente.

No les culpo. Se están cavando su propia tumba. Me llevo bien con algunos periodistas, como Soto Ivars.

¿Qué opinas de la Guía para hombres promovida por es?

Hay muchas teorías, pero creo que sobre todo es una cuestión de ego. No es buenismo -otro término que intento evitar-, es más bien exceso de vanidad, narcisismo. Yo, yo, yo. “Ay, ¡qué injustos hemos sido con las mujeres, pobrecitas!”.

O sea, puro paternalismo.

Es machismo con sentimiento de culpa. “Ah, estas pobres, me voy a sacrificar y ser bueno, os concedo esto, chicas”. ¡Vete a la mierda! (risas). El otro día ví un tuit de Rayden -algo así como: “No me molesta que nos metan a todos en el mismo saco, me molesta que las estén metiendo a todas en la misma tumba”-; y me puse a leer las letras de sus canciones. ¡Tío! ¡Toda tu mierda está diseñada para follar! Me dicen que soy muy frívolo con estos temas, pero la cifra de asesinatos en España, no de mujeres, sino en general, es ridícula. El nivel de crimen per cápita en España es de los más bajos del mundo; 0,6 por cada 100.000 habitantes. En Francia, es el doble. En Estados Unidos son 5; ¡en Brasil son 30 por cada 100.000 habitantes! España es uno de los países más seguros que -puto- existen, para mujeres y para todo el mundo. Me jode el uso de términos pandémicos, o incluso de terrorismo: “Es un genocidio”, “Nos están matando”, etc. Esta gente parece vivir en un paraíso en la tierra, donde no hay crímenes y todo es bondad. Me recuerda a la idea de Andrea Dworkin y su nación exclusiva de mujeres…

A la hora de elegir los temas para tu canal, ¿te guías por la actualidad, tus preferencias, o te influyen tus seguidores/mecenas?

Por la actualidad y mis preferencias. A veces me han pedido hablar de temas que he dicho “no”. No.

Pero son tus patrocinadores, ¿no te han replicado que te negaras a tratar un tema?

No. Si fuera así, perdería toda la libertad. Muchos que me han dejado de seguir. En el momento en que me venda a las exigencias de los demás, perderé parte del carácter genuino que pueda tener. Otros me han dicho: “Es que defiendes temas complicados de defender”. Si un tema me parece demasiado facilón, no hago un vídeo sobre ello.

Tienes tus riñas con tus propios seguidores…

Hay una gran parte de la izquierda que está harta de este tipo de feminismo, y se nota mucho, pero sigue comprando el resto de ideas que yo no compro ahora mismo. Entonces se cabrean muy fácilmente. Yo vengo de la izquierda. Antes no es que lo pensara mucho, pero compraba todo el pack de ideas de mierda. Tampoco es que militase en ningún partido, pero es como tu equipo de fútbol.

Cada vez tienes más éxito/seguidores. ¿No te han hecho ninguna propuesta tipo ‘influencer’ ninguna empresa, medio de comunicación o partido político?

No. (tajante)

 “Si un tema me parece demasiado facilón, no hago un vídeo sobre ello”

 Aseguras tener material para vídeos y canal para rato, ¿pero has pensado en un plan B? ¿Te planteas escribir una novela, un ensayo…?

Leyre Khyal y yo estamos escribiendo un libro. Hablamos sobre feminismo, políticas identitarias, poscensura -o de censura directamente-…

Imagino que tu entrevista con Jordan B. Peterson sería un hito; con él empezó todo en cierta manera, ¿no?

Sí. Mucha gente me dice: “¿Qué te pasa con el feminismo?”. Yo no empecé un buen día a ‘atacar’ el feminismo en plan: “¡Malditas feministas! Me están amargando la vida”. No. Todo empezó porque empecé a ver cosas que no me gustaban en relación a las políticas identitarias, con lo de los pronombres trans, los escándalos en las universidades de Estados Unidos… El feminismo tan solo es una faceta más. Pero aquí, al carecer del nivel de multiculturalidad de Estados Unidos, esta vertiente posmoderna megaloca nos ha venido de la mano del feminismo.

 ¿Quieres decir que hemos importado la ‘locura’ de Estados Unidos por la vía del feminismo?

Sí, y nos ha llegado con tres años de retraso. La apropiación cultural, por ejemplo, la está petando ahora en España, pero eso llevaba años ya cinco años en Estados Unidos. La multiculturalidad que hay en Estados Unidos no es comparable con la de España. Allí realmente coexisten muchas culturas, entonces lo de la apropiación cultural tiene más recorrido.

 “El mal nunca triunfa, los malos siempre se acaban. La pregunta es: ¿cuánto tiempo van a frenar al bien?”

 ¿Qué consecuencias le auguras a esta hipersensibilidad en la que vivimos?

Fracasará, no puede triunfar. El mal nunca triunfa (risas). Lo que prevalezca en 100-200 años no va a ser lo malo… Será lo menos malo.

Suena a taza de Mr. Wonderful: “El mal nunca triunfa. Hoy va a ser un buen día”.

No digo que el mal no triunfe a corto plazo, pero a largo plazo es imposible. Porque no puede ser. No funciona. Los malos no funcionan. ¡Piénsalo! Los nazis…

No acabaron bien. Pero hicieron mucho daño en el camino.

Efectivamente. La pregunta es: ¿Durante cuánto (tiempo) van a frenar al bien?

¿Y hasta que el mal deje de triunfar…?

El mal está ahí. Es necesario. En una de las columnas de Pérez-Reverte que más me han gustado, decía que el problema no eran los malos sino los gilipollas. El malo te mantiene alerta. Los tontos son muchos más que los malos. Tienes un malo y mil tontos, y tienes mil y un malos.

¿Hay algo de antihéroe/supervillano en tu disfraz?

El disfraz es la puta gracia. En parte sí es para salvaguardar mi identidad, sobre todo al principio, cuando no sabía qué iba a pasar si salía a cara descubierta. Luego me dí cuenta de que el disfraz me molaba. Han hecho muchas analogías con lo de V de Vendetta. Pero no, simplemente me molaba lo de un tío blanco hetero. Sí que hay cierta polémica -que no tendría por qué-; me han llamado muchas veces fascista o racista simplemente por el nombre. Les parece muy agresivo. Cuando aún estaba formando el canal en mi cabeza, había algo que me decía que mi identidad tenía que ser anónima, que no podía mostrarme tal cual soy como el paradigma de un tío blanco heterosexual. Sin embargo, con el disfraz puedo meterme más en el personaje-enemigo de las políticas identitarias. Entonces lo ví cristalino. Y, claramente, fue un éxito.

 

 

 

 

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