Texto: Txema Mañeru.

No es la primera vez que tenemos el gusto de sacar al experimental y arriesgado trío italiano Zu en Orpheo. Serán minoritarios pero creemos que lo merecen y por eso están ahora otra vez con su nuevo LP y uno de los más destacados de su amplia trayectoria. Y es que estos tipos han colaborado con artistas del prestigio de Mike Patton (Faith No More), Damos Suzuki (Can),Steve MacKay (The Stooges), Thurston Moore (Sonic Youth), Mats Gustafsson, Joe Lally y Guy Picciotto (Fugazi), King Buzzo (Melvins) o Nobukazu Takemura. Han grabado en sellos de renombre underground como Ipecac Recordings y ahora llegan con «Jhator» as otro sello pata negra como es House of Mythology.

Ahora a estas colaboraciones suman otras también de relumbrón. Es el caso de Jessica Moss de los Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra y Kristoffer Lo, de los noruegos Highasakite. Un disco estructurado en dos largos temas (1 por cara) y de carácter prácticamente conceptual. Y es que el punto de partida es una arcana práctica funeraria tibetana. Además también se inspiran en antiguos textos egipcios que aparecen analizados en el libro de Susan Brind Morrow, «The Dawning Moon of The Mind and the Sufí Poetry of Farid Ud-Din Attar».

Musicalmente volvemos a tener experimentación a base de noise-jazz y también ecos de los destacados Coil o de los más experimentales Pink Floyd del «Ummagumma» o de sus aventuras por Pompeya. Cada tema dura más de 20 minutos. El primero se titula ‘Jhator: A Sky Burial’ y es pura parsimonia y templanza con los excelentes sintetizadores y guitarra de Massimo Farjon y las excelentes aportaciones con la electrónica del líder Luca T Mai. Además es guapa la aportación con la guitarra y el chelo de Stefano Pilia. El otro tema lleva por título ‘The dawning moon of the mind’ y cuenta con las voces de Andreas Elvenes y de la ya nombrada Jessica Moss, que también añade su violín. Pero la aportación fundamental en este también relajadísimo tema de cadencias orientales la Electric 21 String Koto y el 17-String Bass Koto de Michiyo Yagi, que también suma sus interesantes y angulosos sonidos electrónicos. El también citado Kristoffer Lo colabora con su tuba amplificada y también es interesante la aportación de Lorenzo Stecconi con un arcaico sintetizador con sonidos planeadores en la estela de los mismísimos Tangerine Dream. Llevando el ritmo siempre está también la sutil, pero a veces enérgica batería del miembro del grupo Tomas Järmyr. ¡Sus seguidores celebrarán este magnífico regreso más ambient que nunca!