Desde la Editorial Neo Person siguen con otros históricos del punk como son los Bad Religion. Suceden así al recomendable libro biográfico de Wayne Kramer de los MC 5. Si te pasas por www.alfaomega.es todavía podrás conseguir otras joyas autobiográficas anteriores como el excepcional “Testimony” de Robbie Robertson, líder de los imprescindibles The Band. Otro tanto podemos decir del polémico volumen de Eric Clapton.
Pero ahora es el turno de disfrutar de estas 352 páginas que llevan la firma de Jim Ruland y Bad Religion. Los de Graffin y Gurewitz son el mejor grupo con diferencia de todo el hardcore-punk melódico americano surgido en los años 80. Excelentes discos en sus comienzos como “Suffer” o “No Control”. También pletóricos discos de madurez como “Recipe For Hate”, “Generator” o “Stranger Than Fiction”. En todos ellos con unos cuantos himnos imperecederos para corear a pleno pulmón ahora y siempre. En el nuevo milenio también han hecho obras mayúsculas como “The Process Of Belief”. Ellos inspiraron a NOFX, Green Day, The Offspring o Rancid. Se les están complicando las cosas para celebrar su gira 40 Aniversario, pero aquí tenemos un amplio y buen resumen a toda una trayectoria impecable y en la que también está la creación de su sello, Epitaph Records. Me gusta su sincera dedicatoria del libro, “Para Nuestros Fans”. Son muchos, por cierto, pues han superado ya los 5 millones de discos vendidos, cantidad más que apreciable tocando punk. Las 32 páginas con fotografías son también otro punto más que destacable. «Haz Lo Que Quieras (Do What You Want) – La Historia de Bad Religion» (Neo Person / AlfaOmega) es una declaración de principios desde su título y deseamos poderlos ver pronto con su remodelada y rebautizada “Gira 40 + 1”, aunque la cosa está más que complicada. No sé si seguirán o no tras este interminable y obligado parón, pero han cumplido una labor impecable a lo largo de estas más de 4 décadas. Además han conseguido ser el principal grupo punk-rock que ha unido la protesta con el cultivo del lado más intelectual. ¡Algo que les honra y les convierte en buena y vital religión punk!