Prophet es un veterano que demuestra su vitalidad y jovialidad en cada paso que da. En Green On Red no logró la repercusión compositiva que merecía al estar rodeado de figuras mayores en aquella época de nuevo rock americano (The Dream Syndicate, Naked Prey, Rain Parade) como Chris Cacavas o Dan Stuart. Al igual que el fantástico Bob Mould (Hüsker Dü, Sugar) no se duerme en los laureles. Ni musicalmente ni en cuanto a las temáticas que trata en sus canciones. Mould ha regresado al hardcore punk de sus inicios en discos como “Zen Arcade” o “New Day Rising” con un pelotazo que n deja títere con cabeza como es “Blue Hearts” (Merge / Everlasting Records. El rabioso reverso perfecto para su “Sunshine Rock” de hace menos de un año y que clama contra Trump y sus políticas a favor de la supremacía blanca, los cristianos más recalcitrantes, la negación del cambio climático o la de los efectos de la grave pandemia mundial. ¡Recomendación 100% por parte de Orpheo!
Pero con la misma fuerza te recomendamos este nuevo paso de Prophet con el fantástico título de “The Land That Time Forgot” y con la habitual buena presentación de Yep Roc Records, siempre con la distribución aquí de Everlasting Records / Popstock! De entrada puede parecer un disco convencional de rock de raíces despojado de excesivos adornos. Pero cuando vas escuchándolo y desmenuzándolo poco a poco descubrirás muchos matices más que interesantes y muy trabajados. Al mismo tiempo vuelve a demostrar cómo es posible fusionar a la perfección las principales esencias de Bob Dylan y The Clash y hacerlo de una manera totalmente personal como sólo él sabe hacer. También gozarás con los ecos a la mejor música de raíces que tan bien sabe hacer y que hicieron que una grande como Lucinda Williams se convirtiera en una de sus más fieles seguidoras.
Un disco en el que hay que destacar dos nombres fundamentales, además del de Chuck. Su amigo y poeta, Klipschulz, le ayuda en casi todas las nuevas 12 composiciones. Luego está la adorable voz de Stephanie Finch que adorna muchos de los mejores temas del disco, pero que también toma merecido y buen protagonismo en algunos de ellos. En la producción le ayuda mucho Kenny Siegal, al que muchos recuerdan por su buen trabajo con The New Pornographers. Logran un sonido orgánico y directo que comienza a brillar desde el sorprendente arranque con una ‘Best Shirt On’ con unos irresistibles tonos a la mejor ELO, sobre todo en esos coros de Finch. Luego continúa con una maravilla lenta como ‘High As Johnny Thunders’ que es algo más que una elegía para este grandísimo músico. Los saxos de Zach Djanikian son una gozada pero también las guitarras eléctricas entrelazadas de Kennedy y Kolderie. En su letra, además de Thunders, también se pasea hasta Shakespeare. Pero es que en otros momentos también tenemos brillantes historias de Klipschulz sobre Nixon, Lincoln, Bukowski, Metallica y hasta Willie Bonka, para endulzarnos también con algo de chocolate. De ahí salta al tono alegre de una ‘Marathon’ que es perfecto single y perfecto reflejo de la buena compenetración vocal de Chuck y Finch.
En ‘Paying My Respects To The Train’ se sale Deprato con una sublime slide guitar que redondea un sublime y encantador lento. En ‘Willie And Nilli’ brilla especialmente Stephanie Finch y es otra gozada de aires reposados y americanos. Esos tonos Dylan que tanto le gustan los tenemos en su guitarra acústica en una peleona ‘Nixonland’ que tiene tonos melancólicos en la parte musical. También amarán este tema los seguidores del primer Mark Lanegan, creo yo. Otros buenos detalles en algunos temas son la espectacular pedal steel de Rob Stein en ‘Waying Goodbye’ o la gran riqueza de teclados que aportan Dave Sherman o Zach Djanikian. Bueno, en esta joya de raíces folk quien despunta también con el piano es Connnor Kennedy, aunque también suma su guitarra a la pedal steel y a la mandolina del propio Chuck. Extraordinario final con una ‘Get Off The Stage’ que te insufla ganas de volver a escuchar el disco una vez más y de desear que acabe pronto toda esta mierda y podamos disfrutar de sus estupendos y muy variados conciertos. ¡Estará entre lo mejor de este extraño año!