Texto: Txema Mañeru ¡Cualquiera que haya sido alguna vez cautivado por la gran voz y las sentidas interpretaciones de Ella Fitzgerald tiene que escuchar este emotivo concierto! Nos trae la memorable actuación que conmemoraba el centenario del nacimiento de la cantante. Un evento que no podía celebrarse más que en el legendario Apollo. Como bandas de lujo teneos a The Count Basie Orchestra y a The Ella 100 All-Star Quartet. Entre las vocalistas más destacadas tenemos, en primer lugar para mí, a Cassandra Wilson. Pero además está Patti Austin & David Alan Grier, Lizz Wright, Ledisi, Monica Mancini o Afro Blue. A estos nombres hay que sumar otros invitados especiales y un repertorio infalible con 17 de los mejores temas que interpretó la Fitzgerald.
Una Fitzgerald de la que ya teníamos mucho material destacado en Distrijazz. Es el caso de “The Complete 1960-1961. Ella In Berlin” o de “The Legendary Rome Concert”, ambos muy recomendables. Pero ahora es momento de hablar de este “Live At The Apollo!” que viene con un cuidadísimo libreto de 24 páginas con fotos de la inolvidable velada, pero también con los elaborados y amplios textos de Will Friedwald o del productor, Gregg Field.
La actuación no tiene desperdicio, pero pronto emocionan Patti Austin con The Count Basie Orchestra con ‘A-Tisket, A-Tasket’ y ‘When I Get Low I Get High’. Lizz Wright está brillante en ‘Love You Madly’ pero llega más con su prodigiosa voz y el acompañamiento del piano en una ‘The Nearness Of You’ en la que casi sentimos a Ella. Genial scat-jazz con Ayo And Afro Blue en ‘Oh, Lady Be Good’. Coros celestiales para la Austin en ‘How High The Moon’. Se sale la orquesta de Count Basie a todo trapo en ‘Back To The Apollo’’ y tenemos magia y emoción en el gran meddley de Austin y Grier con ‘I Loves You, Porgy’ / ‘There’s A Boat Dat’s Leavin’ Soon For New York’. Cassandar me toca el corazón y me saca las lágrimas en un emocionante ‘Cry Me A River’. Final sublime con el ‘People’ de Ella Fitzgerald como bis para el disco en una grabación publicada en 1999. Piano y su voz y no se necesita nada más. ¡Qué grande fue y he aquí otra bonita prueba de su inmortalidad!