Si tu propuesta sonora resulta tener éxito ante tus incondicionales durante todo este tiempo, ¿para qué cambiarla? Grave Digger siguen en sus trece al seguir ofreciendo grandes composiciones del heavy power metal más tradicional en unos trabajos que suelen tener más aceptación que otros. A estas alturas, ese detalle, da igual. Lo importante para nosotros y para sus acérrimos fans, es que siguen en primera línea de fuego.
Ahora nos presentan, lo que puede ser la continuación de su famosa obra ‘Knights of the Cross’. Ya que éste ‘Symbol of Eternity’ mantiene esa historia de los templarios con los cruzados que tantas veces hemos visto y escuchado en sus discos y en otros trabajos de bandas similares a la capitaneada por el incombustible, Chris Boltendahl. Quién ha sabido forjar una sólida banda con Jens Becker en el bajo, Axel Ritt en la guitarra y Marcus Kniep en la batería.
Con estos dos párrafos quiero mostrar toda mi admiración al líder y al resto de la banda por seguir apostando por su estilo. Si con su anterior disco ‘Fields Of Blood‘ lograron facturar un solvente y denso trabajo de heavy metal, con esta nueva entrega, han conseguido endurecer aún más su sonido, gracias a un fantástico trabajo del guitarrista, quién se muestra pletórico en su faceta, al igual que la sección rítmica que transmite solidez por los cuatro costados.
Tras la típica introducción orquestal aparece el primer estruendo sonoro con la demoledora “Battle Cry”. Que cuenta con un acelerado e intenso ritmo a base de una potente guitarra, doble bombo y potente bajo. Con el currante, Chris cantando a pleno pulmón. Al igual que en “Hell is my Purgatory” que resulta mucho más dinámica y melódica. Ya que cuenta con unos estribillos que serán los protagonistas junto a sus fans en sus intensos shows. Y a la tercera llega la vencida con el tremendo corte que nos ofrecen en “King of the Kings”. Siendo éste el clásico corte de la banda que tantas veces hemos escuchado en sus anteriores trabajos y que tantas veces nos encanta escuchar. Donde toda la banda muestra lo mejor de sí mismos, consiguiendo ser uno de los cortes destacados y más potentes del álbum. La densa, pero a la vez melódica canción que da título al álbum es otra muestra sonora del buen estado que se encuentra la banda, ya que con ella y a través de sus continuos cambios de ritmo, nos ofrecen un épico corte donde vuelve a destacar la maestría en la guitarra de Axel y la labor vocal de un inmenso Chris. Tras esta embestida y con una breve intro en “Saladin” llega el momento de mover las cervicales a través del embriagador y potente “Night of Jerusalem”. Una canción que de alguna manera retoma la esencia sonora que poseía la banda en la década de los noventa.
En “Heart of a Warrior” parece ser que Axel se encuentra en una segunda juventud, ya que a través de sus guitarrazos y melodías nos adentra de nuevo en otro potente y a la vez melódico corte de Grave Digger. Que cuenta con la intensa labor del batería Marcus y del bajista Jens, que realizan una labor encomiable durante todo el desarrollo del disco. Y como viene siendo costumbre en sus trabajos, también tenemos tiempo para disfrutar de una medio balada a través de la intensa “Grace of God” con Chris, volviendo a demostrar que sigue siendo un buen cantante de heavy metal. Para después agasajarnos con la potente y crujiente “Sky of Words” que vuelve a contar con unos penetrantes estribillos. Al igual que en “Holy Warfare” volvemos a obtener, por enésima vez, otro corte clásico de la banda. En cambio, con “The Last Crusade” el ritmo baja de intensidad para mostrarnos un épico medio tiempo. Que sirve de antesala para el último tema donde nos sorprenden con la maravillosa interpretación en griego por parte de Chris. Siendo “Hellas Hellas“, una nueva versión del clásico de Vasilis Papakonstantinouque, que también participa en la interpretación junto a un Marcus que se ocupa de los teclados. Demostrando de esta manera que tampoco no estaría nada mal que se abrieran a otros terrenos sonoros diferentes a lo establecido en toda su extensa y productiva carrera discográfica.
En definitiva, ‘Symbol of Eternity’ es y será uno de los mejores discos que ha lanzado Grave Digger. Ya que la banda actualmente se encuentra totalmente engrasada, y así de esta manera, podemos disfrutar de estas intensas nuevas composiciones. Que consiguen relanzar toda su maestría a la hora de componer potentes cortes de heavy metal. Tal como lo han ido haciendo durante todos estos años a las órdenes del currante Chris Boltendahl.