Texto: Mikel Fernández (Surimi World).

Cuarto álbum ya de Itnuveth, una de las bandas referentes del pagan black metal en España. El ritmo que llevan es simplemente impresionante, ya que desde su fundación en 2013 apenas tardaron un año en publicar su primer álbum, tras lo que desde entonces llevan un frenético ritmo de un disco al año, sin que ello perjudique ni mucho menos la calidad de sus lanzamientos.

Para esta nueva obra se ha incorporado un nuevo miembro, el flautista Váli VastraSkogen, que se ha unido a Volundr (guitarras, mandolina y bajo) y Funedëim (voces, letras). Dicha incorporación ha sido todo un acierto, ya que su aportación da a los temas un aire incluso más medieval todavía.

El disco nuevamente suena excepcional. Da la sensación de que han optado esta vez por un sonido de guitarra más crudo, como si arrastraran influencias de su proyecto Svipdagr, en lugar del sonido tan pulido que tenía el anterior Enchantments. No obstante, la música no sólo no se ve en absoluto perjudicada, sino que le sienta hasta bien. Es más, la batería programada ahora suena mucho mejor, dándole un aire mucho más natural a los temas.

Por otro lado, destacar el artwork del disco, obra una vez más de Jose Antonio Vives, y que sirve de perfecto reflejo para el sonido y la historia que Itnuveth narran en el álbum.

En cuanto a la música, Itnuveth siguen en esa onda de pagan black metal que tan bien dominan. Con un absoluto protagonismo de la melodía, alternan temas rápidos con partes más pesadas. La incorporación del flautista Váli no hace sino realzar las partes acústicas, como en In the Distance a Lament, una perfecta contraposición al atronador comienzo con Slightly Dead Sun. El juego entre la voz gutural y la rasgada vuelve a ser uno de los alicientes del disco, como se demuestra en Earth’s Son.

Otro tema que merece la pena ser destacado es Doomed Wolf, puro black metal frenético que no descansa en ningún momento y que, con su voz recitada despierta por momentos reminiscencias del trabajo de Attila Csihar en Mayhem.

Pero sin duda la joya del álbum es Trained Wolves, como ellos bien sabían cuando la eligieron para su primer videoclip que, por cierto viene incluido en el CD. Un tema que reúne las mejores esencias de la banda. A mí me gustan más Itnuveth cuando sacan este ramalazo melódico en lugar del black más salvaje, creo que sacan un sonido lo suficientemente personal sin que dejen de ser visibles sus influencias.

En resumen, otro gran trabajo de pagan black metal de la mano de Itnuveth, cada vez más afianzados como una de las mejores bandas españolas del género. ¡Decididamente este álbum merece la pena!