Texto: Txema Mañeru.

Mucho ha tardado en regresar la buena banda de Badalona, Jolly Jumper. Hace 5 años debutaron en disco como sexteto con un excelente «Girando El Mundo» con muchos aromas a rock sureño y al rock’n’roll de carretera y con bandas importantes como referentes tales como Led Zepellin, Creedence Clearwater Revival o los Black Crowes. También les gustan los M Clan, de los comienzos, sobre todo, y por eso tuvieron la buena idea de contar en la producción con el gran Santi Campillo. Eso sí antes de sacarlo ya se habían pateado un mogollón de escenarios con buena repercusión popular. Con singles y videoclips pegadizos y sureños como ‘Hotel Blues’ o ‘Noches de California’ el disco les hizo llegar a un público que gusta de bandas también como Los Madison, BlackBerry Smoke, Hogjaw o Corizonas.

Ahora regresan inesperadamente y con fines muy loables, reducidos a trío pero con muchas colaboraciones en un flamante nuevo disco titulado «303». Seguramente podrás conseguir ambos todavía en www.jollyjumper.es y de paso enterarte de los nuevos conciertos. Hablábamos de fines loables porque su primer single, ‘Corazones naufragados’ destinará lo recaudado a la ONG “ Proactiva Open Arms”, para la ayudar a los refugiados en el Mediterráneo y Lesbos. En ella nos hablan de la tragedia humana de los emigrantes y refugiados que se juegan la vida o la pierden tratando de llegar a Europa. En la voz sigue Jose Ventura y su sonido ahora es puro rock contundente con afilados riffs de guitarra.

Comienzan con su single y videoclip ‘Pura combustión’ con contundente hard rock que les emparenta con bandas cercanas como Highlights, The Electric Alley, 77 o Uzzuahïa. Siguen con el ya nombrado ‘Corazones naufragados’ con su preciosa historia y guitarras poderosas y agresivas. No faltan los pegadizos estribillos como en el caso de ‘Esperanza (Siempre estás ahí)’ que también tiene aires al rock escandinavo de los 90 de Hellacopters, Gluecifer o Diamond Dogs. No se olvidan de su pasión por el rock sureño algo muy palpable en el ritmo trotón de ‘Mi lugar’. Acaban impetuosos (y con el viento a favor) con ‘Tiempos de revolución’. La verdad es que el disco tiene también una gran presentación y se hace muy, muy corto, aunque hay una buena propina de blues fino y acústico. ¡A ver cómo lo llevan al directo!