Texto. Mikel Fernández (SurimiWorld).

Álbum debut de esta banda gallega formada en 2015, y que ha saltado últimamente a la palestra por contar con el genial Nicholas Barker (Cradle of Filth, Dimmu Borgir, Brujería…) a la batería. Este Blackarhats es su primer lanzamiento y su tarjeta de presentación en el mundillo metálico, aunque por lo que he leído por ahí sus otros integrantes también tienen un largo recorrido en el mundo del metal.

Obskkvult practican un metal extremo salvaje y aguerrido, de muy difícil clasificación. Aquí hay death metal, black metal, industrial… Mete en una coctelera a Fear Factory, Anaal Nathrakh, Behemoth y Dimmu Borgir y el resultado serían Obbskvult.

Grabado en su Galicia natal y mezclado por Daniel Bergstrand, el álbum atruena. Combinan genialmente momentos de limpieza sonora con otros donde los efectos “ensucian” deliberadamente el sonido. Una mezcla contundente y espesa en la que destaca la fuerza de las guitarras y la contundencia de la batería, en la que el estilo de Nick Barker es inmediatamente reconocible.

Desde el primer segundo de Onomaturg se puede apreciar todo lo anteriormente reseñado, alternando momentos de velocidad desquiciante con otros más pesados. Demons sigue la misma línea, quizá más rápido que el anterior, mientras que Faith empieza con un aire más marcial y una voz digna de Phil Anselmo, para pasar a un tema digno de los Fear Factory más cañeros, con continuos parones y arrancadas.

El breve tema-título, de fuerte inspiración a los Behemoth más oscuros y pesados sirve de intro a Spirit Animal, tema que eleva las revoluciones hasta su parte central. Es uno de los temas de inspiración más industrial. Nocturnal Pulse retoma ese aire a lo Behemoth/Anaal Nathrakh, con un juego de doble bombo marca del Sr. Barker. Cierra el álbum Lux, un inicio pesado que pronto cambia a un riff totalmente industrial.

El disco no está mal, de hecho es de una calidad notable. A veces les pierde ser demasiadas cosas en un mismo tema, pero en general la sensación es muy positiva. La escasa duración del álbum (7 temas en apenas 28 minutos) da una idea de la velocidad e intensidad del mismo: dura lo justo para dejar una gran sensación.