Olatz Salvador: «Aho Uhal» (Airaka)

Olatz Salvador vuelve a regalarnos un trocito de su mundo interior con su segundo y nuevo disco “Aho Uhal” (en castellano, rienda o mordaza). Nombre que da título y comienza este trabajo delicado e intimista en el que, desde el primer momento, decide emplear juegos de palabras que irán acompañándole durante todo el LP.

A diferencia de su anterior trabajo “Zintzilik”, Olatz apuesta por letras más elaboradas y suma intensidad a los sonidos que le acompañan de la mano de: Ander Zulaika, a la batería, Jagoba Salvador, al bajo y Mattin Saldias, a la guitarra. Siempre guiado por Pablo Novoa, encargado de la producción y grabación del mismo.

La donostiarra ha empleado dos años en crear y atender de manera minuciosa cada detalle que lo compone; un trabajo rico en detalles donde ha conseguido rodearse de estupendas colaboraciones: Ivan Ferreiro, Rozalén, La Mare e Idoia Asurmendi. Además, ha sabido fortalecer sus letras con los versos de Ane Labaka y Alaia Martín, entre otras.

A la suave intro ‘Gaua’ le sigue ‘Ahots Hari’ donde aparece Rozalén que se anima a cantar en euskera, entrelazando voces y juegos de palabras. Ambas, con la sensibilidad que les caracteriza, consiguen emocionar dando voz a los versos de Alaia Martín. ‘Gelditu Hor’ cuenta con Idoia Asurmendi y, en esta ocasión, hacen suyas las letras de Ane Labaka. Gran peso de la voz de Olatz en ‘Zure Egia’ que precede a ‘Euria’; pieza que invita a la reflexión y cuenta con videoclip propio. Tras ‘Galdu’, aparece ‘Eraman Nazazu’ que intensifica la guitarra mientras resuena la voz de Elvira Sastre recitando su propio poema.

A veces la música puedes buscarla y otras veces es ella quién termina encontrándote. Por suerte o por desgracia, para mí, el descubrimiento de Olatz Salvador fue de la segunda tanda.

El pasado 3 de diciembre, Día Internacional del Euskera, la donostiarra apareció junto a Iñaki Salvador, al piano, en el show de Late Motiv. La interpretación del tema ‘Ez Garen Gu’ fue compartido por el programa en sus redes sociales siendo esta la antesala de lo que terminó siendo algo viral. Tildaban la actuación de “pequeño homenaje al euskera en forma de canción” y, precisamente, como era de esperar, de pequeño no fue nada; no tardó mucho en alcanzar una merecida repercusión a través de las redes.

La intensidad del disco desciende a partir de ‘Mareak’ que cuenta con la colaboración de La Mare, sigue con el íntimo ‘Ba hori’ y en ‘Eskuekin’ intercala versos recitados de la rapera Gata Cattana, fallecida en 2017, y traducción da la misma poesía “Con Las Manos” cantados por Olatz.

Cierra con ‘Promesas que no valen nada’; en este caso ha podido contar con la absoluta implicación e interpretación del autor Iván Ferreiro, quién ha conseguido modificar la composición de su propio tema modulando sonido y voz hasta hacerla casi irreconocible. Como explica la autora, la decisión de cerrar con este tema se debe al bucle adictivo que ejercía esta canción, original de Los Piratas, en su pubertad. Es cierto que para todo aquel nacido en los años 90 como Olatz (y donde yo también me incluyo), fue un himno de escucha insaciable capaz de conseguir generar una sensación de desahogo ante la vida y, en aquel momento, sobre nuestra condición de adolescente.

Este trabajo se ve reforzado por el vídeo explicativo track by track, donde Salvador ha querido detallar el significado de sus canciones haciendo hincapié en el proceso creativo de cada una.

Intensidad, poesía, música y voz delicada, hacen de este disco una atmosfera ideal donde poder perderte. Su tono intimista y el alto grado de sensibilidad hacen de este trabajo una pieza delicada que en ocasiones se muestra frágil. En esta época en la que es inevitable sentirse algo alicaído y sin mucha esperanza, quizá haya venido este trabajo a recordarnos que mostrar nuestra propia fragilidad es, sin duda, un signo de valentía.

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