Diego Vasallo es uno de los nombres más destacados dentro de la escena musical española. Tras su exitoso paso por Duncan Dhu lleva décadas firmando algunas de las canciones más grandes del panorama pop patrio, con una propuesta tan personal como repleta de calidad. En breve nuestro compañero Edu Gascón indagará en ella, junto al propio Diego, en una amplia entrevista. Por el momento, el donostiarra nos acompaña en esta nueva entrega de la sección On the Record con recuerdos y cariños musicales varios.
¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?
Las primeras canciones que me engancharon eran una colección de singles que había en casa cuando era niño, y una de esas canciones era Rose Garden, cantada por Lynn Anderson. Otra fue “Raindrops keep fallin’ on my head”, de Burt Bacharach y Hal David, interpretada por B.J. Thomas. Hoy me siguen pareciendo maravillas.
¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidor?
El primer artista del que me hice fan fue Elvis. Lo sigo siendo. Me parece un artista casi mitológico, como si en realidad no hubiera existido. Y eso que cuando yo lo escuché por primera vez había muerto hacía muy poco. Su recuerdo está entre la música y la leyenda, como si no hubiera vivido en el mismo mundo que los demás mortales.
Cuando yo ya tenía 16 o 17, me enganché a sus grabaciones para Sun Records, las más primitivas, tienen una magia inigualable, algo muy especial.
¿El primer álbum que te compraste?
Los primeros discos que compré cuando era pequeño eran muy raros para un crío de mi edad: discos de orquestas antiguas de los 30’s y 40’s. Recuerdo que iba con mi madre a las tiendas y los escuchaba allí con auriculares. La experiencia de ir a comprar un disco era algo increíble, nada que ver con el consumo actual, era algo sensual, excitante, mágico.
¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?
No recuerdo cuál fue el primero, probablemente sería algún grupo local, de Donosti. Por entonces se tocaba mucho en los institutos y solíamos ir a menudo. Me gustaban mucho esas salas de actos de los colegios e institutos, eran mucho más informales que los teatros digamos, profesionales.
Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?
El primer concierto fue en un teatro que había dentro del colegio Marianistas. Yo tenía un grupo, “Los Dalton”, y nos habíamos quedado sin cantante, así que le pregunté a Mikel Erentxun si quería cantar con nosotros, y así empezó nuestra colaboración. Tendríamos 16 ó 17.
Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…
No lo sé, tengo un recuerdo muy especial de una noche en la que homenajeábamos a Enrique Urquijo en El rincón del arte Nuevo, en Madrid; un local minúsculo con mucha solera. Me acompañaba Fernando Astone a la guitarra y Begoña Larrañaga al acordeón, gran instrumentista que acompañaba siempre a Enrique. Fue un placer. Solo hicimos unas cuantas canciones pero guardo un gran recuerdo de aquella noche.
Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…
De mis discos destacaría “Canciones de amor desafinado” de 2000, el primero que me produjo Suso Saiz, y el último “Las rutas desiertas”, coproducido con Fernando Macaya. Creo que son de los mejores. También me parecen muy especiales los discos “El cuaderno de pétalos de elefante”, un disco a medias con Suso Saiz y mi colaboración con el poeta Roger Wolfe “ La máquina del mundo”, un proyecto fascinante.
Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…
Con Duncan Dhu, en los primeros tiempos pasaban muchas cosas curiosas, como que en una discoteca rifaran una moto a mitad del show parando el concierto claro, o que nos vinieran a amenazar unos tipos en un mercedes desde Almería a Cartagena con el dinero en el maletero por haber suspendido un bolo. En aquél momento no nos pareció muy divertido.
Como espectador, ¿con qué concierto has disfrutado más?
Quizás me quedaría con un concierto de Ray Charles con orquesta durante el festival Jazzaldia de Donostia, en 1985, si no me equivoco. Me impresionó mucho, creo que es quizás el mejor intérprete que he visto en un escenario. Y la orquesta era brutal. Es sin duda de los mejores conciertos que ha visto
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
Quizás la colección de Sun Records de Elvis, también su última etapa, sus últimos discos me parecen brutales. Y varios de Dylan que sigo escuchando de vez en cuando.
Una canción para venirte arriba…
London Calling, de The Clash.
Una canción que siempre te lleve a la melancolía…
Non, Je Ne Te Regrette Rien, de Édith Piaf.
Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?
Me he leído hace poco los dos tomos de memorias de Brett Anderson, de Suede, y me han gustado mucho. También las memorias de Patti Smith “Éramos unos niños” y “M Train”, maravillosamente escritos.