On the Record: Oskar Díez (Las Novias)

Texto: Carlos Molina.

Llevamos años con ganas de ver a Las Novias en directo como en alguna ocasión se lo hemos hecho saber a Oskar Diez, uno de sus componentes. A la espera de que podamos volver a asistir a bolos, y que en un futuro les veamos y compensemos así las ganas que tenemos de disfrutar de uno de sus conciertos, robamos unos minutos al majete de Oskar (no podía ser menos, siendo de Bilbao, jejeje), guitarrista del veterano combo zaragozano, para que tome parte en nuestra sección On the Record.

¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?

Muy difícil. Recuerdo, porque me siguen gustando y porque las tenía grabadas en casette -de cuando estabas atento a la radio para apretar el rec-, el ‘Wild is the Wind’ de Bowie, ‘Tainted Love’ de Soft Cell, ‘It must be love’ de Madness, ‘Los Rockeros van al Infierno’ de Barón Rojo, etc…

¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidor?

Entre 1982 y 1984 fui muy fan de Mike Oldfield. Y algunos discos suyos me siguen interesando, como» Incantations», aunque, a día de hoy, tenga que hacer un esfuerzo para escucharlos. También Deep Purple y cosas de rock sinfónico. “Intenté” que me gustaran otros grupos que escuchaban mis amigos o los hermanos y hermanas de mis amigos , como Led Zeppelin (buenos) o Dire Straits (malos), pero nada.

¿El primer álbum que te compraste?

El primero “regalado” (de encargo), el «Tim2» de la ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA y el primer disco que me compré (en un bar de la calle Fika, por cierto) fue «Ghost in the Machine» de The Police. En ambos casos tenía 13 años y me siguen encantando, sobre todo el de la ELO.

¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?

Uno de Hertzainak y Zarama en la Plaza de Unamuno, creo que en 1984. Era el Aste Nagusia y estrenaba libertad y “horarios especiales”, prorrogados por una llamada de teléfono desde una desvencijada cabina azul y plata, había cola. Para entonces el punk y, sobre todo, el rock radical vasco ya ocupaban un espacio esencial en nuestro imaginario musical. En aquella época no había tocado todavía nunca una guitarra. No estaba entre mis aspiraciones. Ocurrió en los siguientes meses, ya con mis amigos de Zaragoza.

Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?

Fue en el Instituto Grande Covián de Zaragoza, en diciembre de 1986. Yo tenía 17 años. No nos habíamos puesto de acuerdo en si llamarnos La Banda de Luis Buñuel o Los Niños del Santo Sepulcro. Hacíamos música industrial (o algo así, jajaja). Llevábamos batería, bidones, guitarra y un televisor roto con una foto de Nietzsche tapando la pantalla, para hacer ruido. Las letras que cantaba Toño eran también todas poemas de Nietzsche. Bebimos mucho moscatel, alguien había llevado un bidón. No debía estar prohibido el alcohol en los centros educativos ahora que lo pienso. Y sí, el concierto fue más o menos un desastre. Esa noche acudimos a la discoteca KWM, templo del moderneo zaragozano de la época. Allí conocí a Santi Rex, de Niños del Brasil. Se puede decir que ese día comenzó todo.

Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…

Es obligatorio citar el concierto de La Romareda en octubre de 1991, junto con Niños del Brasil
y Héroes del Silencio y el que dimos recientemente en Ciudad de México. Pero, tocar con Fields of the Nephilim, Christian Death o el último que hemos dado en Barcelona, junto a New Model Army, han sido muy especiales por compartir escenario con grupos que se cuentan entre nuestros favoritos.

Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…

Aquí me lo pones muy complicado. Pero, por no dejar la pregunta en blanco, ‘Voilà’ es un tema
que me encanta tocar con la acústica.

Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…

En un bolo, no sé; mis colegas de grupo siempre se acuerdan de alguna, pero yo soy muy malo para eso. Pero una historia que dice mucho de cómo nos tomamos la troupe de Las Novias el asunto conciertos puede ser esta: Fernando, colega y renombrado hombre de teatro, nos echa una mano con las luces siempre que tocamos en Madrid, pues él vive y trabaja allí. A pesar de trabajar el lunes prefirió venirse el domingo en la furgona con la banda hasta Zaragoza solo para vivir esos momentos “inolvidables”. Contamos con la complicidad de Alberto, Jaime y David -nuestro equipo en las giras- y tenemos pactado que en el viaje de vuelta paramos en todas las gasolineras a reponer cervezas. Suelen ser viajes muy entretenidos, con parada en Medinaceli, a comer en un restaurante donde se nos quiere mucho…

Como espectador, ¿con qué concierto has disfrutado más?

Buff, tengo varios muy señalados: El de Laibach en Fraga, el de Bauhaus en Barcelona nada más reunirse, Nick Cave en el Teatro Principal, Test Dept en Zaragoza en 1987… Y todos los de Depeche Mode!. El último de la serie, el de Einstürzende Neubauten en el BEC.

¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?

Imposible concretar porque tengo muchos candidatos… Mantengo un núcleo de discos que sigo escuchando desde los años 80, que me sigo poniendo con regularidad porque no me han dejado de gustar: Closer de Joy Division (mucho más que Unknown Pleasures), White Heat White Light de la Velvet, Dream Theory in Malaya de John Hassell o Secrets of the Beehive de David Sylvian, por ejemplo o por no repetir grupos ya nombrados.

Una canción para venirte arriba…

‘Opus Dei’ de Laibach, ‘From her to eternity ‘de Nick Cave…

Una canción que siempre te lleve a la melancolía…

‘Rain’ de Tones on Tail, ‘Boy about 10’ de Harold Budd… Me encanta la música melancólica. En
este apartado podría citar cientos…

Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?

Por su condición de clásico, «Rastros de carmín» de Greil Marcus.

Sobre el Autor

Carlos Molina
Coordinador de las webs ORPHEO y RockinBilbo, fiel melómano, y amante del séptimo arte (y el noveno, esto es, el comiquero). Durante 12 años fue responsable del fanzine ORPHEO, antesala de esta web, del que editó medio centenar de números, junto a especiales varios dedicados a Héroes del Silencio, Bunbury y U2.
A %d blogueros les gusta esto: