Quizás la idea de abandonar puede ser en un momento el revulsivo para seguir adelante con un proyecto de vida. Lo que en un principio pareció el cierre de todas las puertas para Eva Rijlen, resultó el punto de partida para uno de los discos más bonitos de la discografía nacional de los últimos tiempos.
Así nació ‘Onírica’ ”después de un proceso largo y doloroso, un buen día, la Ryjlen lo tuvo claro y llenó tres cuadernos por las dos caras de letras, dibujos y acordes. Y ¡menos mal! Y tal es el poder de esta disciplina artística que no solo hizo nacer las canciones de Eva contra todo pronóstico, sino que también fue su refugio y su escudo ante una crisis sanitaria sin precedentes, como destaca Virginía Díaz en su texto promocional para este lanzamiento.
Y gracias a esta lucha interna, ha visto la luz su segundo álbum en solitario: un disco honesto, natural, sereno, maduro, feminista, femenino, luminoso, esperanzador… Un disco diferente, muy de verdad. Un disco definitivo y libre. Doce canciones con nuevos sonidos y texturas orgánicas que consiguen que casi las podamos tocar con las manos y que dan rienda suelta a un pop brillante que cobra un protagonismo especial.