Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Segundo larga duración de los catalanes Onirophagus, banda formada en 2011 por miembros presentes y pasados de bandas como Decapitated Christ, Bizarre o Ered. Gente experta, con años de rodaje y un denominador común: el death metal más oscuro y opresivo. Onirophagus, para dar más empaque a su propuesta, combinan el death metal con el doom metal en su vertiente más lenta y pesada, quedando un resultado bien chulo.
Grabado, mezclado y masterizado por Javi Félez en sus Moontower Studios de Terrassa, el sonido del disco es atronador. Oscuro, pesado, las guitarras y el bajo forman una impenetrable pared de sonido sin que por ello el sonido deje de ser nítido. Una pasada de producción que le otorga fuerza a los temas, coronados por los cavernosos guturales del vocalista Paingrinder.
Este Endarkenment consiste en apenas 4 temas en algo más de 57 minutos. Temas largos en los que la música va variando de revoluciones, pasando de las partes lentas, pesadas y oscuras a otras algo más rápidas, pero sin llegar a alcanzar velocidades supersónicas.
Ya desde el comienzo con Dysthanasia podemos ver la tónica del disco, con esos riffs pesados, los ritmos de batería lentos que hacen que la música vaya fluyendo, hasta acelerarse en algunos puntos, dónde Onirophagus suenan igual de bien. Además, con temas tan largos se pueden permitir ir variando entre partes más pesadas o rápidas, son caer en ningún momento en la repetición, características que comparten el resto de temas, sin que haya ninguno que destaque sobremanera. Todos, ya sea Book of the Half Men, Dark River o el larguísimo Endarkenment (22 minutos que dan título al álbum) tienen un nivel altísimo y secciones que les hacen destacar.
Onirophagus se han sacado de la manga uno de los mejores trabajos de metal extremo que he podido escuchar en bastante tiempo. Oscuridad, pesadez y melodía no están reñidos y estos catalanes han dado con la fórmula definitiva para unir estos ingredientes.