Santero y Los Muchachos y su peligroso rock reposado el pasado viernes en el Azkena

Santero y Los Muchachos concierto Azkena

El pasado viernes, la Sala Azkena abrió sus puertas a las nueve de la noche para recibir a Santero y Los Muchachos. El grupo valenciano en su visita a Bilbao consiguió vender todas las entradas del concierto, anunciando un merecidísimo «sold out» que solo confirma su creciente éxito en la ciudad.

Tras media hora de espera, sus integrantes fueron apareciendo escalonadamente sobre el escenario con ese carisma y cercanía que les caracteriza: Miguel Ángel Escrivá, Soni Artal, Joseman Escrivá, Javier Escrivá (piano, coros y percusión) y Pau García-Serra (a la batería) abrieron con ‘Volver a Casa’, una canción que habla de la importancia de sentirse bien rodeado.

Hay algo que siempre logra el quinteto en todos sus directos y es ese sentimiento de fraternidad brutal que consigue la participación total del público desde el primer momento. Y el pasado viernes así fue y pudo percibirse con las primeras ‘He de Olvidarte’, ‘Ojos Pardos’, ‘Sheriff’ y ‘Qué Voy Hacer’ donde se detuvieron por un momento para recordarnos que «siempre hay que celebrar».

Le siguió ‘Homenaje’, ‘Amigo Infiel’, ‘Abrácese quien pueda’ y la popular ‘Ventura’, canciones que marcan el ADN de la banda. Durante ‘El Saler’, Santero y Los Muchachos dieron unos minutos para que pudiéramos disfrutar con ellos de un buen trago de tequila y continuaron con ‘Déjame Ser’, ‘Brindis Escoba’ y ‘Complicado’.

Llegó uno de los momentos más deseados con las conocidas ‘El Perdedor’ y ‘Estamos Bien’, auténticos ejemplos de canciones santeras hasta los huesos donde las voces del público se peleaban por superar a la armónica y característica voz de Migue Ángel Escrivá, sin éxito.

Tras un descanso, apareció Miguel Ángel con su guitarra para cantar una breve y preciosa versión acústica de ‘Octubre’ y ‘Río Bravo’. Ya con la banda al completo se fueron despidiendo con ‘El Tipo del Espejo’ y la conocida y animada ‘Sálvame de Mí’.

En su despedida quisieron que sonara de fondo ‘A Mallow Flowery Rain’, canción hecha en colaboración con Remez, recordando el conflicto en activo y queriendo homenajear al músico ucraniano.

Sin duda, poder disfrutar del directo de Santero y Los Muchachos, siempre es sinónimo de hermandad y buen rollo, y el viernes, una vez más, demostraron que el rock reposado también puede ser peligroso, y que su música tiene la misma capacidad de emocionar como de llenar salas. El «sold out» fue la respuesta a un merecido reconocimiento a su talento y dedicación a largo de todos estos años tocando en bares y salas de toda España. Ellos mismos recordaron cómo la primera vez que vinieron a la sala Azkena el público estaba compuesto por 35 personas, la segunda 72 y, esta última, rondaban las 300 personas. En definitiva, fue una noche mágica que consiguió alegrarnos el oído y el alma a través de un peligroso rock reposado que viene para quedarse.

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