Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Uno de los discos más esperados es el retorno de Slipknot, posiblemente la única banda de metal que en el siglo XXI ha surgido con capacidad de aspirar a suceder en el trono del metal a los clásicos de los 80 (o eso dicen). La verdad es que que han crecido como la espuma a lo largo de su carrera y ni siquiera la marcha del batería Joey Jordison ni el fallecimiento del bajista y compositor Paul Gray, ambos miembros fundadores de la banda, han conseguido que la marcha de la misma se detenga.
Y, a pesar de ello, a mí nunca me han hecho mucha gracia. Tienen tres o cuatro temas que me gustan (Before I Forget, Spit it Out y las dos partes de Vermilion, una de ellas además acústica), pero en general no termino de verles la gracia. Al menos de todo lo que salió en los 90 bajo el paraguas del nu-metal creo que es lo más rescatable (al lado de Limp Bizkit cualquier cosa lo es, cierto).
Con este We Are Not Your Kind han puesto fin a una sequía de cinco años desde el oscuro .5 – The Gray Chapter, que fue grabado tras la muerte del bajista Paul Gray. Grabado en Hollywood, repitiendo con el afamado productor Greg Fidelman a los mandos (responsable entre otros del Hardwired to Self-Destruction de Metallica, el Word Painted Blood de Slayer o el 21 de Adele). Como no podría ser, el sonido del disco es una pasada. Ningún instrumento suena fuera de lugar, con un equilibrio perfecto entre las guitarras, samplers, y percusiones. Pero, y es algo que también se aprecia a nivel musical, han perdido algo de contundencia, siendo una una producción más “llevadera”. Esto enlaza con lo que ya decía a nivel musical, han rebajado el punto de agresividad y hay bastantes momentos que encajarían perfectamente en Stone Sour, el proyecto de hard rock/metal del vocalista Corey Taylor.
Es un disco muy variado, oscilando entre temas más nu-metal (Birth of the Cruel), otros más hard rockeros y “radiables” (Critical Darling) y alguno más rápido (Red Flag), aunque también hay sitio para teas ambientales como Spiders o electrónicos (My Pain). No obstante, los puntos fuertes del disco son Unsainted, A Liar’s Funeral y Solway Firth, los tres temas que son sin duda la piedra angular del mismo.
El disco no está mal, es bastante variado y entretenido, aunque a mí al final se me acabó haciendo un poco largo. Slipknot no son mi tipo, ni creo que lo vayan a ser, pero al menos este We Are Not Your Kind se puede decir que se deja escuchar.