The Black Keys: “Let’s Rock” (Nonesuch / Warner)

Texto: Txema Mañeru.

A estas alturas ya todo el mundo conocerá la buena anécdota del porqué del título del disco y de su silla eléctrica en la portada. Por cierto, bonita la historia carcelaria del hombre condenado a muerte cuyas últimas palabras para su verdugo fueron “Let’s Rock”. Parece que tenía ganas de que llegara su hora y parece que The Black Keys y sus seguidores tenían ganas de este regreso tras un lustro de ausencia del fallido “Turn Blue”.

“Let’s Rock” es uno de los mejores y más frescos de rock’n’roll que escucharás este año. No es ni “Brothers” ni “El Camino”, pero el camino que han recuperado con este disco esta cerca de esos dos trabajos sobresalientes que les llevaron a ser la banda más popular del rock’n’roll de la presente década. Aquí el sonido es verdadero y lo proporcionan esos vetustos amplificadores a base de válvulas. Por eso se han producido ellos mismos y los resultados están a la altura de su historia y también a la altura de lo que ellos querían crear.

Buen inicio con las guitarras crudas de Auerbach y con esa melodía casi marca de la casa. Se acercan, a su manera claro, al blues del Delta con un ‘Eagle Birds’ de ritmo pegadizo para single y con atractivos punteos y buenos coros. Ese buen trabajo de guitarras y coros, por cierto, es una tónica a lo largo del trabajo. Suenan más garage-rock en ‘Lo / Hi’. Mola también el buen lento titulado ‘Walk Across The Water’ con ese toque psicodélico del órgano y esa guitarra con wah-wah  y cierto aire a los mejores T-Rex. Buen cierre de la cara A con ‘Every Little Thing’, de nuevo con guitarras crujientes (ahora con un punto al más desatado Neil Young) y eufóricos coros.

Toques al blues-rock británico para abrir la cara B con ‘Get Yourself Together’. Más aún en el cierre con la explosiva ‘Fire Walk With Me’ que tiene cierto aire a los Cream , pero también a su gran single ‘Gold On The Ceiling’. El primer single es para una pegadiza y al grano ‘Go’ que también juega con su amor por el garage-rock más clásico. Hasta tiene su punto el medio tiempo ’Breaking Down’, sobre todo en su brillante estribillo trufado de atractivas guitarras. No sé si les caerá algún Grammy más con este disco pero sí sé que es lo mejor que se podía esperar ahora de ellos tras su abrupta ruptura tras el fallido disco anterior. ¡Bienvenidos de nuevo al rock crudo de guitarras!

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