Texto: Txema Mañeru ¡Este no es otro disco histórico más que cumple medio siglo del grupo más histórico de todos los tiempos! “Abbey Road” (Capitol / Universal) es realmente el último disco, y el más coral, firmado por los cuatro de Liverpool. Y eso que estuvo a punto de no grabarse. Estaban hasta los huevos los unos de los otros y todos tenían ganas de estar en otro lugar que no fura en los legendarios estudios de Abbey Road. Sin embargo, y quizás milagrosamente, surgió un disco repleto de buenas canciones muy bien unidas por un nexo común y, quizás, con la participación más democrática de los 4. Bueno, Ringo siempre un poco menos porque su genio creativo siempre estuvo a años luz de los 3 restantes.
También choca mucho todavía hoy el que, a pesar de sus muchas rencillas personales, sea el disco en que más partes vocales suenan cantadas con los 3 al unísono y haciéndose amables coros cuando lo requería la ocasión. Esto se aprecia muy bien en la divertida ‘Octopus’s Garden’, con Ringo como solista, aunque sea un tema menor dentro de las grandes canciones presentes en el disco. Evidentemente no estamos ante un “The White Album” y ante el “Sgt. Peppers” y tampoco se ha podido extraer tanta grandeza como la que se ha sacado de las respectivas ediciones 50 Aniversario de dichos discos, pero es que también había mucho más que remover de esos discos cuyos originales eran también ya más grandes. No obstante aquí también tenemos un completísimo box set de 4 discos y una flamante edición en triple vinilo, además de otras reediciones más convencionales pero también recomendables.
Y decimos lo de recomendables porque de nuevo porque las nuevas mezclas de las 17 piezas en 5.1 Surround y con Dolby Atmos, llevadas a cabo por el productor Giles Martin y por el ingeniero Sam Okell vuelven a sacar a la luz detalles que parecían ocultos en el disco original. Giles ha sacado todo esto de la mezcla estéreo original de su padre, George Martin. Vuelve a ser la primera vez en la que aparece este material remezclado y además se presenta con mucho material adicional, de nuevo de valor. Hasta 23 grabaciones de estudio, incluyendo muchas demos, lógicamente, y con gran mayoría desconocidas hasta la fecha. La presentación de cada una de las ediciones vuelve a estar a la altura de la obra y de la banda. Entre las joyas escritas está la introducción del propio Giles Martin que, con modestia, dice que la magia estaba en las canciones y las voces y que su único trabajo ha sido recuperar esa frescura y esa fuerza de las grabaciones originales. ¡Cierto!
Ya el inicio del disco fue realmente mágico con ese siempre inquietante y sombrío ‘Come Together’ y con la incontestable ternura de George Harrison en ‘Something’. Seguía la ternura de Macca en una infravalorada ‘Maxwell’s Silver Hamer’ y su desfachatez en ‘Oh! Darling’. Guapo el acercamiento al hard-rock psicodélico de Lennon en ‘I Want You (She’s So Heavy)’ con un órgano realmente sublime. George Harrison firmó su cumbre, dentro de Beatles, con la siempre mágica, tierna y entrañable ‘Here Comes The Sun’. Lo de las voces unidas se vuelve a apreciar de nuevo en la coral ‘Because’. Paul estuvo ácido como pocas veces en una enfadada, pero hermosa, ‘You Never Give Me Your Money’ para cerrar la primera y modélica cara del disco original.
Pero faltaba mucho más. Buenas armonías vocales y curiosas voces en italiano macarroni en ‘Sun King’. Siguen arañando las guitarras de ‘She Came In Through The Bathroom Window’. Maravilla melódica y vocal, con excelso piano y buenas cuerdas en ‘Golden Slumbers’ que se fusiona en las voces épicas de ‘Carry That Weight’ con más fuerza en esta cuidada nueva edición. Sigue siendo muy superior la primera parte del disco, pero la despedida no fue ningún relleno carene de sentido.
Entre las novedades más reseñables de los inéditos citaremos alguna de las más importantes porque hay joyas para que seas tú mismo quien te pierdas en ellas. En general suenan muy naturales y expresivas. El órgano de Billy Preston brilla en una versión inédita de ‘I Want You…’. Tenemos una guapa maqueta de Paul con la cantante Mary Hopkin. Me gusta más aún una desnuda ‘Something’ con guitarra, piano y voz. Curiosas son las versiones de ‘Carry That Wight’ y ‘Golden Slumbers’ sin un Lennon hospitalizado ese día. Buenos instrumentales con ‘Because’ o ‘Somthing’ y un ensayo de 16 minutos de la cara B del disco. Hasta hay una ‘The Ballad Of John And Yoko’ compartida por John y Paul.SEGUIR UN POCO Y FIN. ¡Me conformaría con que sacaran la mitad de lo aquí expuesto si hay caja 50 Aniversario también del “Let It Be”!