Y no es que en su sonido tengan demasiada cabida las palabras porque están consagrados al más puro ruido en una infernal combinación de doom metal, sludge y noise que no deja lugar a rehenes. Para el nuevo disco cuentan con la ayuda instrumental de un pianista (Chrissy Wolpert), otro batería y el productor Seth Manchester que también se encarga de programaciones y ruidos varios además de algunos apropiados teclados. En el tema de adelanto, ‘A Lament’, tenemos además la voz del padre de Seth leyendo “The Kaleidoscope” de Douglas Dunn. Se trata de un breve poema sobre la muerte y le va como anillo al dedo a este infernal trabajo que comienza aterrorizando como los momentos más duros de los Swans. Hemos nombrado a los Swans porque nos han venido a la cabeza los momentos más ruidosos de sus actuaciones pero The Body está más orientado aún a sonidos más extremos como los de Sun O))), Full Of Hell (otro nombre más que adecuado) o Thou.
Tras este tema se desata una tormenta noise de pesadilla con momentos tan brutales como los de ‘Tied Up And Locked In’ o una ‘Eschatological Imperative’ más doom metal, más noise y con sonidos más graves aún. Sube la tensión en ‘The City Is Shelled’ y también hablan o aúllan las guitarras de Chip en ‘They Are Coming’. También con esa batería machacona y esos gritos thrash metal en la voz. Esto es el comienzo de una cara B que parece un único tema infernal encadenado y que acaba con más rabia y más gritos lastimeros en ‘Path Of Failure’. Está claro que este proyecto y este disco no son para todos los públicos. Pero quienes gusten de estos sonidos noise y metal infernales, muy apropiados para la dura época que atravesamos, tendrán aquí una gran descarga de rabias interiores y adrenalina. ¡Dedicados y consagrados en cuerpo y alma al puro ruido!