The Dead Daisies: «Holy Ground» (STEAMHAMMER/SPV)

The Dead Daisies

Categórico chorreo de rock clásico el que se marca The Dead Daisies en su nuevo trabajo “Holy Ground”. Producido por Ben Grosse en La Fabrique Studios al sur de Francia, este trabajo se muestra vigorosamente más duro y musculoso que los anteriores. Cuenta con una alineación de lujo, los amantes tanto del hard rock severo como del rock a la vieja usanza encontrarán, sin duda, un tremendo consuelo al escucharlo. Un quinto disco cañero de principio a fin dividido en once cortes rítmicos y poderosos:

‘Holy Ground (Shake The Memory)’ da inicio y despliega el buen hacer de cada uno de sus integrantes. Una presentación sublime como también lo es el solo que se marca Doug Aldrich. ‘Like No Other (Bassline)’ es acompañado de coros femeninos, descarga una munición pesada, pegadiza y cañera. Aquí Glenn Hughes tiene manga ancha y lo aprovecha haciendo lo que le da la gana con la voz. Le sigue un setentero ‘Come Alive’ de espeso riff. Con un sonido enrome que envuelve y permanece en la cabeza aparece ‘Bustle And Flow’ que fue lanzado como segundo sencillo de la banda.

Casi cortando el disco deciden cantarle al destino y soltar lastre en ‘My Fate’, intercala un ritmo aplastante con leves momentos de tranquilidad. Dosis de rock clásico y enérgico groove en ‘Chosen And Justified’, directo a subir tu estado de ánimo. Deen Castronovo se encarga de golpear una contundente batería en ‘Saving Grace’. Seguido de ‘Unspoken’, primer single lanzado por la banda. Con ’30 Days in The Hole’ se animan a versionar al supergrupo Humble Pie aportando fuerza y toque personal. Previo al final suena ‘Righteous Days’, canción con la que se presentó a Hughes en 2019. Con la balada ‘Far Away’ concluye este trabajo, poco más de siete minutos que incorpora arreglos orquestales y solos épicos de cada uno de sus integrantes. Un final muy apropiado para el cierre de un trabajo que podría calificar como sobresaliente. Aquí no sobra ni un solo tema, todos y cada uno brillan en solitario logrando ser una bomba en su conjunto.

Este quinto disco de estudio viene acompañado de un reseñable y nuevo cambio en su formación; a la salida de John Corabi (cantante que también lideró Mötley Crüe y The Scream) y Marco Mendoza (bajista y exintegrante de Whitesnake y Thin Lizzy), se abre paso un viejo conocido para los amantes de este género: Glenn Hughes, que desde 2019 pasó a sustituir a los dos miembros de la banda.

El emblemático Hughes lleva más de medio siglo en activo: integrante en bandas icónicas como Deep Purple y Black Country Communion, nombrado miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll en 2016 y poseedor de un rango vocal que puede alcanzar las cinco octavas (por algo le hacen llamar ‘La Voz del Rock’); son algunas de las razones que añaden peso a un talento indiscutible.

Todo esto ha podido llevar a la práctica junto a sus tres compañeros; comenzando por David Lowy (Red Phoenix/Mink), guitarra y creador de la idea inicial de formar una superbanda que fuera compuesta por una formación rotativa hace casi diez años; guitarrista y artífice a partes iguales. Deen Castronovo (Journey/Bad English), batería y coros y Doug Aldrich (Whitesnake/Dio), guitarra y coros.

Como era de esperar, a lo largo del tiempo este proyecto ha ido albergando algunos de los mejores músicos del panorama rock: Frank Ferrer (Guns N’ Roses, The Psychedelic Furs), Jon Stevens (Noiseworks, INXS), Darryl Jones (The Rolling Stones), Brian Tichy (Foreigner, Whitesnake), John Tempesta (The Cult, Rob Zombie), Richard Fortus y Dizzy Reed (Guns N’ Roses), entre otros. Nutriendo y dando sentido a la propuesta inicial de Lowy.

Si 2021 nos da un poco de tregua, esta infatigable banda se propone recorrer Europa a partir de junio demostrando ser carne de directo. En definitiva; el rock está vivo y The Dead Daisies está ahí para recordárnoslo.

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