The End Machine, el supergrupo formado por increíble guitarrista George Lynch (Dokken, Lynch Mob), el renombrado bajista Jeff Pilson (Dokken), el portentoso vocalista Robert Mason (Lynch Mob, Warrant y Cry Of Love) y el intenso batería Steve Brown (el hermano de Mick Brown), regresan con su segundo asalto sonoro. Si con su debut lanzado en 2019 fue todo un éxito en cuanto a calidad, el cual iba destinado para los más exigentes amantes del hard rock. Con este segundo pase han sabido apuntalar aun más su posición para decantarse por otro sobresaliente trabajo.
Gracias a toda su destreza y maestría en la composición y en su impecable ejecución que atesoran estos reconocidos músicos nos vuelven a obsequiar con varios cortes dignos de puro hard rock donde destacan unos más que otros. Dando como resultado otro gran álbum que nos devuelve de alguna manera a la época dorada de los mencionados Dokken y Lynch Mob pero arropado por toques más modernos y actuales.
Los densos y enérgicos cortes “Blood And Money” y “We Walk Alone” son los destinados a abrir el disco y son los que huelen perfectamente a Dokken y Lynch Mob. En estos cortes hay una pequeña semejanza a lo escuchado en Mr. Big cuando ejecutaban rápidas canciones. En “Dark Divide” se rebaja la intensidad a través de un medio corte de aires muy bluseros con la garganta de Manson como gran protagonista. Con “Crack The Sky” nos adentran en un tema algo más denso, moderno y melódico con unos estribillos y unos ritmos totalmente adictivos. En “Prison Or Paradise” se respira una onda muy Lynch Mob que es contrarrestada con la maravillosa “Plastic Heroes” con un Lynch y un Pilson en estado de gracia. Al igual que Mason en la voz y Brown en la batería. Una enorme canción que comienza melosa y tranquila para derivar en todo su conjunto en un apoteósico corte que roza la perfección donde cada segundo esta estudiado al milímetro para que el resultado sea impactante.
Después aparece “Scars”. Un meloso tema de puro blues rock donde se rebajan los decibelios para dar paso a las melodías vocales que destacan por encima de las sonoras. De seguido y como era de esperar hay que despertarse para gozarla a tope con el denso ritmo de hard rock con leves toques funk que posee “Shine Your Light”. De seguido regresan al terreno hard rock blues de la mano de “Devils Playground”. Un escaparate sonoro donde los cuatro músicos se compenetran a la perfección. Pero la calidad lejos de apagarse se vuelve a encender a través de la intensa llama sonora llamada “Born Of Fire”. Otro gran ejemplo de virtuosismo a cargo de estos cuatro portentosos artistas que gracias a esta canción, nos proclaman que el heavy rock con sonidos modernos y actuales sigue pero que muy vivo. Para después finalizar su segundo álbum de estudio con otro sobrado corte. “Destiny” reúne en una misma canción toda la maestría que atesoran los cuatro. En especial el guitarrista George Lynch que parece que esta viviendo una segunda juventud junto con el resto de sus compañeros.
En ‘Phase2’ las interpretaciones vocales de Robert Manson son de matrícula de honor. Al igual que las demostraciones en las cuerdas del guitarrista George Lynch y del bajista Jeff Pilson. En cuanto al batería Steve Brown (hermano de Mick Brown) ha sido todo un descubrimiento, quién ha encajado a la perfección en la enrevesada maquinaria sonora de The End Machine. Un supergrupo donde cada uno tiene su merecido protagonismo, quizás unos más que otros, pero que juntos han sabido dar otra dimensión sonora al actual panorama del hard rock con leves pinceladas de blues.